Siempre se nos ha dicho que los frutos secos son beneficiosos para la salud cardiovascular, pero siempre se nos ha dicho también que su alto contenido en grasas, aun siendo beneficiosas, contribuyen a un aporte calórico muy alto y se han de consumir con moderación. Y siempre también se nos ha dicho, y redundo en los dichos, que el fruto seco más benévolo para nuestra salud cardiovascular son las nueces.
¿Esto es así? ¿Sólo las nueces?¿Y las almendras? ¿Pueden ser el grupo de los frutos secos más olvidados? ¿Puede ser porque se sirven preferentemente como snacks tostadas y saladas mientras que las nueces se prioriza por estar la nuez cruda?
Pues cabría pensar que algo de eso hay. De hecho, si te paseas por los estantes de frutos secos de los supermercados, a veces es difícil encontrar las almendras crudas en bolsas. Casi siempre son tostadas y fritas e incluso saladas. Y en los bares, te las sirven de esa manera.
¿Y esto por qué sucede? Las almendras tostadas ó saladas se preparan así para evitar las aflatoxinas, toxinas de microhongos, susceptibles de contaminarse en estado crudo pero mal conservado. Lo mismo pasa con las avellanas por cierto. Las aflatoxinas son tóxicas para el hígado
Para evitar esto hay formas de conservar las almendras en estado crudo libres de las aflatoxinas y es:
- Envasadas en bolsas limpias protegidas de la luz
- Envasadas al vacío en bolsas ó latas
Esto sería ya peladas y listas para consumo
- Es muy importante que una vez abiertas se guarden en un frasco vacío hermético y dentro de la nevera manteniendo así la oscuridad
Otra forma si tienen su cáscara original es:
- Mantenerlas al abrigo de la luz y en sitio fresco con su cáscara
Pero no vamos a hablar de las múltiples propiedades de las almendras que muchos ya sabemos y hemos oído hablar de ello.
Quiero dar a conocer un descubrimiento publicado en revistas científicas internacionales que dan a entender que las almendras además, puede ser que no sean tan caloríficas como siempre se ha dicho, sino que las grasas que contienen difícilmente se absorben en nuestro organismo al consumirlas a no ser que procedas a un masticado muy minucioso que normalmente no se hace.
Primer trabajo científico
Publicado en enero del 2015 en la revista American Journal of Clinical Nutrition, el trabajo intenta demostrar que hay una respuesta baja en la lipemia prostprandial (nivel de lípidos en sangre después de una ingesta de almendras) comparando grupos de personas que masticaban las almendras. A partir de datos recogidos se vio que los lípidos de las almendras quedaban retenidos en las estructuras celulares de los fragmentos de las almendras después de masticación, absorbiéndose en muy menor medida de lo que pueda parecer.
Link del trabajo: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4266890/
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