domingo, 16 de diciembre de 2012

Guerra al azúcar: Ese veneno que nos tomamos


Me estoy refiriendo al azúcar. Sea moreno, sea blanco refinado, cristalizado, pulverizado...veneno siempre para nuestro cuerpo.
Y me estoy refiriendo, si hablo drásticamente de veneno, a gente sedentaria, que no hace deporte, y que come en exceso. Más del 95% de nuestra población adulta.
Para niños y deportistas, el nivel de admisión de azúcar es mayor, por la cantidad de calorías que se consumen, pero aún así, en estos casos, mejor consumir alimentos que den glucosa en su metabolismo, que consumirla directamente. Sólo en casos de una bajada drástica de glucosa en un diabético tipo 1 sobretodo, es necesario tener un "chute" ocasional de un terrón de azúcar por ejemplo, y en casos de deportistas en medio de un ejercicio extremo se pueden considerar bebidas isotónicas con oiligoelementos y azúcares, para compensar el gasto extra de la glucosa. Aún así, todos los deportistas saben que siempre es mejor tomar algo que contenga el azúcar natural - un plátano, con azúcares y alta dosis de potasio bueno para los músculos -, ó una buena ración de pasta antes del esfuerzo, para compensar ese desgaste de glucosa que necesitan nuestros músculos.

Mucha gente no sabe que podemos prescindir de él. Nuestro organismo necesita glucosa, como fuente de energía, pero esa glucosa se puede obtener de diferentes formas, que no sea de forma tan directa como cuando tomarnos azúcar, ocasionando que nuestro páncreas tenga que producir un pico de insulina importante. Todos los hidratos de carbono metabolicamente se descomponen finalmente en moléculas de glucosa asimilables para nuestro organismo y necesarias para el tejido muscular y para nuestro cerebro, un gran consumidor de glucosa. Y aún así, la glucosa debe ser absorbida adecuadamente por nuestro organismo, papel importante que juega nuestro páncreas por medio de la insulina. Porque si la glucosa que necesita nuestro organismo no es absorbida correctamente, tal como ocurre en los diabéticos, y circula en cantidades altas por nuestro interior, es una sustancia muy dañina que:

* daña el riñón, al "romper" de alguna manera las barreras de "filtraje" las grandes moléculas de glucosa al pasar a su través,
* que puede producir ceguera, por lesionar el nervio óptico,
* y que puede ocasionar a la larga heridas en las extremidades que no curan las heridas al "cegarse" los capilares que deben transportar los elementos de defensa (glóbulos blancos), y estar asimismo dañados los nervios que son incapaces de dar la señal de dolor de la herida que no se cura y se infecta. Esto llega a producir amputaciones.

Pero lo que hay que entender, es que necesitar glucosa nuestro organismo no implica para nada meterse azúcar en el cuerpo directamente, ni siquiera indirectamente. Basta con comer frutas y carbohidratos, mejor complejos - de desintegración lenta hasta llegar a liberar glucosa -, y con ello nos garantizamos que tengamos la glucosa necesaria para nuestro organismo. Y si se necesita endulzar el café, pues utilizar edulcorantes de última generación - Stevia -, ó tomarlo amargo, porque el amargo es también un sabor necesario para el organismo.

Tomar azúcar directamente, es dar de comer a los microbios que tenemos en los dientes, para favorecer la caries, rellenarnos de grasa más fácilmente - ¿os habéis fijado que los obesos perniciosos, en un porcentaje altísimo les pirra el dulce directo? No conozco un obeso que no se pirre por lo dulce - porque el azúcar que no necesita nuestro organismo primero se almacena en forma de glucagón en nuestro hígado, a modo de reserva, y el sobrante, va directamente a transformarse a grasa. También contribuye a desequilibrar nuestra flora microbiana amiga, consumir vitaminas del complejo B en el proceso, contribuir a favorecer aquellas degeneraciones de carácter autoinmune, y un gran etc. En muchas enfermedades, cuyo origen se sitúa en una mala permeabilidad intestinal - artrosis y artritis entre ellas -, se desaconseja el consumo de azúcares directos.

Sabiendo cómo se metaboliza el azúcar en nuestro organismo, imaginaros lo que pasa con un pastel tomado al final de una comida, un MUY grave error nutricional. Como ya hemos ingerido la comida, ya tenemos cubierto el cupo de glucosa necesaria, y puede ser que en muchos casos, ese pastel pase directamente a grasa, y a engrosar los michelines. Y tomar azúcar directamente no me refiero a tomárselo a cucharadas, sino "escondido" en forma de pasteles, dulces, chocolate, golosinas ó caramelos, zumos industriales, bollería industrial, incluso las famosas baguettes de horno congeladas, cuya transformación inmediata en glucosa en nuestro organismo, también se le puede considerar un producto permicioso por su alto índice glicémico.

¿Y qué pasa con los azúcares "naturales"? Pues que el organismo los asimila más lentamente, y aunque no haya que abusar de ellos, sí que es verdad que su incorporación al metabolismo y su última transformación a glucosa, es mucho más lento que una cucharada de azúcar. Hablo de la caña de azúcar masticada, ó de la miel pura sin tratar.

Lo dicho, si podéis, yo ya lo he hecho, sustituir toda vuestra ingesta de azúcar, por un edulcorante moderno de última generación, tal como es la Stevia, con sus múltiples propiedades beneficiosas para el organismo, aparte de endulzar 300 veces más que el azúcar, valdrá la pena, incluso la venden en polvo para hacer pasteles, y aunque hoy es cara debido a las patentes de la poderosa industria alimentaria, la misma que prohibió que se le diese luz verde a su consumo por intereses comerciales, y para patentar sus principios, es hasta relativamente de cultivar, y sus hojas secas se pueden pulverizar...

Pero el tema de la Stevia merece un capítulo aparte por su gran importancia en la salud y la nutrición

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