viernes, 14 de diciembre de 2012

Siempre hay un móvil



Con sumo cuidado, Peter se despojó de los guantes. Pulsó el botón del ascensor, y al llegar a casa se metió en la ducha. Luego se sentó en el sofá, se tranquilizó y repasó los detalles. Había estado bailando allí con ella. Nadie los vio entrar ni salir. Ella se resistió a hacer el amor,  dopó su bebida, la forzó y violó, la mató, y la llevó a enterrar ya de noche junto al lago, nada concurrido a esas horas. Con la carretilla de la leña la bajó envuelta en una manta.
Pensó en dormir. Estaba algo alterado y quiso llamar antes a una amiga...
Buscó el móvil, ... ¿Donde está mi móvil? Fue a su cuarto, a la ducha, buscó en su ropa, ¿y el móvil? ¿Donde estaba su móvil? ¿Habría perdido su móvil? Recordaba que lo tenía en su bolsillo mientras cavaba la zanja...
¿Quizás durante el esfuerzo de cavar la tierra se le cayó? Salió corriendo en coche en dirección al lago. Si se le había caído aún lo podría recuperar...

Mientras, a esas horas, John paseaba como cada noche con su perro junto al lago. El perro salió corriendo, y empezó a escarbar en la tierra. El riiiing de un móvil sonaba insistentemente. Era el móvil de Peter. Sonaba, sonaba, ... debajo de la tierra, y el perro escarbaba, escarbaba...John le dejó hacer...

Cuando Peter enfiló el camino del lago para tratar de saber algo más de su móvil, le pareció escuchar una sirena de policía que sonaba a lo lejos...


Original por Richimotard (Ricardo Vidal). Recuperado de Ciao con mi nick richi49

No hay comentarios:

Publicar un comentario