A veces, expresar un estado de ánimo, una
emoción, ó un sentimiento, puede hacerse no sólo gestualmente o utilizando el verbo, también es muy efectivo intentar
plasmarlo por medio de la escritura.
Escribir es algo más que un simple
ejercicio intelectual. Es sin duda alguna, un magnífico
ejercicio emocional.
Buscar las palabras con sosiego, con
énfasis, con sentido, obliga a un ejercicio mental muy
constructivo. Ejercitas la ortografía, pero ejercitas muy a fondo tu intelecto para coordinar mejor tus pensamientos y plasmarlos con la mejor de la fidelidades desde tu interior.
Escribir un relato, ensayo, incluso una
rima, ó lo que equivale: - intentar reflejar hechos ficticios
ó figurados a través del ejercicio de la mente combinado con
la escritura -, no deja de ser un estupendo campo de batalla
en sentido figurado, donde los sentimientos, las emociones,
y los mensajes que se quieran transmitir, constituyen una
ecuación muy interesante en la que las incógnitas se van
despejando al igual que en las matemáticas paso a paso, en una
muy interesante labor de imaginación, que si es capaz de
despertar el interés de quien se presta a leerlo, entonces
puede pasar a ser relevante y hasta publicable.
Describir con prosas sencillas hechos
complejos elevan el nivel a ejercicio mayor, y pueden
contribuir sin duda a ordenar los pensamientos y a
equilibrar el lenguaje y las formas de expresarse
correctamente.
Y qué decir de lo bueno que es aclararse uno la mente escribiendo cosas que le sucedan.
No me refiero a los diarios cursis que escribíamos de jóvenes, y que estuvieron tan de moda. Me refiero a que seas capaz de sentarte tú contigo mismo, y escribas algún hecho desagradable que te haya sucedido e intentes poner en orden tus ideas. Haz dos columnas. En una describes lo mal que reaccionaste ó no supiste como hacerlo. En otra colocas las posibles causas de tu descolocación, y las posibles soluciones a como te debías de haber comportado...Intentarlo un día. Os sorprenderéis del resultado. Si estabas iracundo te calmará, porque de tu pensamiento saldrán todos los puntos oscuros que no has sido capaz de controlar y te han desbordado. Y acabarás hasta relajado llegando a conclusiones finales positivas, bien sea descubriendo el punto en el que fallaste, bien los puntos que te desbordaron y te hicieron incluso daño en un momento dado.
Por ello, desde mi humilde opinión, la
escritura es algo que aconsejo como terapia emocional,
pudiendo enfocarse desde diferentes ópticas según el tema
que se escoja para describirse incluso uno mismo escribiendo.
Algunos
de los relatos que presentaré aquí en éste blog ya han sido publicados en otros medios de Internet, y la idea que persigo es recuperarlos para presentarlos todos juntos en un mismo espacio virtual.
Y otros escritos se sucederán al ritmo de la inspiración de mis biorritmos, porque este blog ya lo dice en su enunciado: hay muchas cosas para escribir sobre ellas, y de paso cultivarse a uno mismo en todos los aspectos.
Y así por muchos posts o entradas a lo largo de todos estos años que pienso disfrutar al máximo.
Un abrazo
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